COMUNICADO DEL MOPASSOL
Haití: el regreso de Baby Doc
El Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (Mopassol) de Argentina expresa su honda preocupación ante el intempestivo regreso a su país de Jean Claude “Baby Doc” Duvalier después de 25 años de permanecer en el exterior usufructuando impunemente los bienes robados al pueblo haitiano.
Cualesquiera sean las circunstancias que motivaron este regreso está claro para nosotros que Baby Doc debe ser juzgado por su responsabilidad en los infinitos crímenes de lesa humanidad –específicamente durante su mandato entre 1971 y 1986- cometidos durante el régimen infame, encabezado primero por su padre “Papá Doc” y luego por él mismo, dictadura que gobernó Haití sumiendo a su gente en el dolor y la miseria. Como se sabe, por su naturaleza estos crímenes no prescriben y por lo tanto Duvalier puede ser juzgado y tanto el actual gobierno haitiano como la comunidad internacional deben velar para que así ocurra.
Por nuestra parte sumamos nuestras voces a las de las organizaciones populares del mundo entero que reclaman justicia, condigno castigo para el verdugo y devolución al pueblo haitiano de los bienes robados.
Esto en primer lugar.
Pero asimismo entendemos necesario reflexionar sobre las razones de este retorno y preguntarnos ¿por qué ahora, en un momento de indefinición de los resultados de la elección en Haití? ¿quiénes mueven los hilos del regreso? ¿qué relación existe entre esta repentina “vocación de servir” al pueblo haitiano expresada hipócritamente por Baby Doc y el incremento de los planes imperiales para instalar en la región gobiernos conservadores que permitan frenar los procesos de integración regional con soberanía que se abren paso en el continente?
Al respecto creemos necesario estar alerta ante el desarrollo de los acontecimientos. Mientras tanto, queremos afirmar que nada bueno traería para el pueblo haitiano un gobierno encabezado por el criminal Duvalier; Y sería, además, un retroceso para toda la región.
Mopassol, Mesa Directiva
Buenos Aires, 24 de enero de 2011