El 31 de Enero de 2009, en un destacamento de Lomas del Mirador, utilizado como lugar de detención semi-clandestino, Luciano Arruga era secuestrado, torturado y desaparecido. Sí, como en los peores tiempos de la genocida dictadura. Desde ese momento y hasta el día de la fecha, nada se sabe de el, y como dijo alguna vez Mónica, su madre, desde ese día a Luciano lo han vuelto a desaparecer muchas veces mas. Tantas veces como complicidades, silencios, impunidad y amenazas a los que reclaman por él, ha habido.
En este caso, como en tantos otros, hay responsables materiales, políticos e ideológicos y tienen nombre y apellido: Los materiales, son ocho policías implicados directamente, quienes hoy siguen “trabajando” para las fuerzas con total impunidad. Los responsables políticos, son muchos, basta con nombrar al intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, al Gobernador Daniel Scioli, al Juez de la causa, Gustavo Banco, a la primera fiscal de la causa Roxana Castelli, al ministro de seguridad Ricardo Casal, hasta llegar al mismísimo Gobierno Nacional, que nunca recibió a los familiares, pese al pedido que le han hecho. Los responsables ideológicos, también son muchos, son todos los que incentivan a criminalizar a los jóvenes pobres; los que piden mano dura, los que hablan de “inseguridad” sin saber quienes la sufren realmente. Con un solo nombre se podría sintetizar a estos sectores: Gabriel Lombardo, presidente de la “asociación vecinal”, VALOMI (Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador).
Luego de dos años de la desaparición de Luciano, las responsabilidades están más que claras. También nos va quedando claro cuales son las respuestas políticas que vienen desde arriba: Desde el gobierno provincial, más mano dura. Mas presupuesto para las fuerzas represivas, es decir para reprimir, asesinar y seguir manteniendo impune la nefasta red mafiosa que sostiene a la corroída institución policial. Mas fuerzas represivas, como la nueva policía comunal, que cada municipio hoy ya tiene. Dicho sea de paso, en Matanza, utilizan como posta y estacionamiento un espacio publico, el ateneo Don Bosco de Ramos Mejía. Los mismos que se rasgaron las vestiduras defendiendo terrenos públicos contra la “usurpación” de gente necesitada de vivienda, usurpan espacios de esparcimiento público y lo utilizan como garage policial.
Desde el Gobierno Nacional se hace alarde de “no reprimir la protesta social” y defender con uñas y dientes los DDHH. Aunque hayan hecho algunas concesiones, lo cierto es que en estos dos últimos meses han sido vilmente asesinados por fuerzas del estado o por mano de obra tercerizada para tal fin, casi una decena de personas; en manifestaciones o luchando por lo que les parecía justo luchar.
Mariano Ferreyra, quizás fue el nombre más emblemático de todos ellos, pero también han sido muertos dos hermanos bolivianos y un paraguayo en Villa Soldati y dos hermanos de la comunidad Qom en Formosa. A esto debemos sumar las decenas de heridos en manifestaciones, los cientos de detenidos o judicializados por protestas callejeras. Los centenares de casos de gatillo fácil, que asolan a todo el conurbano bonaerense y las provincias. Los datos hablan por sí solo: Más de 3000 asesinados a manos de la policía en democracia. La mitad de ellos, durante la gestión de los Kirchner, y cerca de 500 en estos dos últimos años, según datos de CORREPI. Sumemos también los cientos de desaparecidos y desaparecidas en democracia, entre ellos, Julio López, Luciano González, Luciano Arruga; o Marita Veron, Fernanda Aguirre, entre tantas víctimas de la red de tratas para la prostitucion y la lista sigue.
Todos estos casos hablan de una enorme contradicción entre la política oficial del Gobierno Nacional respecto de los DDHH y la realidad concreta que castiga con mayor crueldad a los sectores más vulnerables de la sociedad y a las organizaciones que luchan y no se doblegan ante el chantaje político.
Muchos somos los que, a pesar de todo, no claudicamos, no nos callamos, seguimos denunciando, organizándonos desde abajo, exigiendo justicia. Construyendo poder popular; junto con los pibes en los barrios, con los familiares, con los vecinos/as. Abriendo comedores, organizando al barrio, saliendo a las calles, cortando rutas, abriendo bachilleratos populares, centros culturales (como es el caso de Memoria del Fuego). Muchos y muchas somos los que apostamos a otra forma de construir y luchar por una alternativa radicalmente diferente a la que nos quieren proponer desde arriba. Una alternativa que se construye desde abajo y luchando en las calles.
Por todo esto, a dos años, gritamos más fuerte que nunca:
¡Aparición con vida de Luciano Arruga! ¡Castigo a todos los culpables!
¡Basta de criminalizar la pobreza y la juventud! ¡Ningún pibe nace chorro!
¡Basta de reprimir y perseguir a los/as que luchan!
¡Justicia por Mariano Ferreyra, Sixto Gomez, Roberto López, Bernardo Salgueiro, Rosemary Cupeña y Juan Castañeta Quispe!
Todos a la jornada cultural el sábado 29/01 en J.M. de Rosas al 400