Quiénes somos y qué hacemos


Universidad de La Habana, noviembre del 2009

"La extensión universitaria como compromiso ético y político"

La Cátedra Abierta de Estudios Americanistas de la UBA viene realizando tareas de articulación con movimientos sociales tanto urbanos como campesinos, afro-descendientes y originarios. El proyecto se funda como una forma de socialización del conocimiento y de extensión de los saberes universitarios en un marco de apropiación de la memoria, la reflexión y la historia por y desde los sectores populares.


La Juventud Argentina de Córdoba a los Hombres Libres de Sudamérica

“(…) hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana  ".
"La rebeldía estalla en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de Mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y - lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara.
Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria…”

Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918


LO QUE SOMOS

Desde el emblemático año 1992 la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas, dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria realiza tareas de articulación con movimientos sociales tanto urbanos como campesinos, afro-descendientes y originarios. El proyecto se funda como una forma de socialización del conocimiento y de extensión de los saberes universitarios en un marco de apropiación de la memoria, la reflexión y la historia por y desde los sectores populares.

En este trabajo intentamos ordenar de forma sistemática las principales acciones que estamos llevando a cabo a través de la cátedra en diferentes territorios y espacios, teniendo en cuenta diversidad de problemáticas, necesidades, y actores sociales, analizando una serie de experiencias que pueden abrir el debate sobre las maneras de extensión y construcción del conocimiento junto a los grupos subalternos. La dinámica anteriormente explicitada permite dejar de lado la idea de la memoria y los saberes como algo acabado y cerrado y, por el contrario, considerarla como un movimiento enmarcado en luchas por el territorio, la identidad y el medioambiente que reformula aquellos elementos en escenarios de conflictividad social.

El desafío en la interacción de actores y saberes tan diversos dan como resultado un espacio donde la historia, la memoria y las luchas cotidianas de los movimientos sociales pueden tener su palabra y ser visibilizados como sujetos de cambio y transformación social.

A MODO DE INTRODUCCIÓN

"La historia es duración. No vale el grito aislado, por muy largo que sea su eco; vale la prédica constante, continua, persistente. No vale la idea perfecta, absoluta, abstracta, indiferente a los hechos, a la realidad cambiante y móvil; vale la idea germinal, concreta, dialéctica, operante, rica en potencia y capaz de movimiento".
José Carlos Mariátegui

Hay una mirada oficial u oficiosa habitualmente elitista y retórica que plantea el máximo de celebración y lo mínimo de reflexión colectiva, de recuperación crítica de la memoria histórica y en especial de participación activa de los sectores populares. Y existe otra mirada que hace suyas las experiencias de lucha, la resistencia a la injusticia, los valores éticos y culturales silenciados y el legado democrático y transformador de nuestros mayores indígenas y afrodescendientes, gauchos y criollos, trabajadores de la ciudad y del campo, intelectuales y luchadores que se comprometieron con sus pueblos.

Desde la Universidad, la cultura y los movimientos sociales, en sus más diversas expresiones, debemos asumir nuestra responsabilidad contribuyendo a impulsar en cada lugar, en cada instancia local y de manera coordinada en el ámbito continental, el debate, las iniciativas y la labor mancomunada por la conmemoración y vigencia de un Bicentenario popular, libertario y americanista.

Tomando el espíritu del amplio movimiento de ideas, proyectos y luchas gestado en nuestro continente durante siglos, nos proponemos enjuiciar, de una manera crítica y popular, la idea de celebración que de un modo falaz y encubridor pretende imponer el poder dominante. La construcción de la historia de nuestros pueblos es una tarea que reclama el rescate reflexivo y una valoración de la multiplicidad de experiencias que siguen inspirando la tenaz resistencia cultural y social de los sectores populares.

Nuestra América, marcada a sangre y fuego por la irrupción del capitalismo genocida y saqueador de la tierra a partir de 1492, gestó profundos movimientos revolucionarios, libertarios y populares por parte de los hermanos originarios, africanos esclavizados y americanos oprimidos. Pretendemos recuperar este patrimonio de saberes y rebeldías, de historias y culturas silenciadas y menospreciadas en el marco de un proyecto que intenta completar sus tareas inconclusas.

Nos proponemos, partiendo de un análisis crítico de las concepciones racistas, elitistas y autoritarias que siguen dominando la vida social, los medios masivos de comunicación y la educación formal contribuir a recuperar, valorizar y hacer visibles esas experiencias; las formas de organización y de lucha, los valores éticos, pedagógicos y creativos que configuran el proceso de construcción de nuestro pueblo trabajador, indígena y campesino como sujeto histórico y protagonista del cambio social en nuestros territorios.

Relevancia de las actividades de extensión, investigación y educación junto a los movimientos sociales

“Nadie puede estar en el mundo, con el mundo y con los otros de manera neutral. No puedo estar en el mundo, con las manos enguantadas, solamente comprobando…”
Paulo Freire.

El conocimiento universitario que se produce a través de la investigación y circula en las aulas de nuestras facultades debe tener pertinencia para percibir nuestras complejas y cambiantes realidades que, si bien están insertas en contextos regionales y mundiales, también presentan dinámicas propias. La oportunidad del conocimiento está estrechamente asociada con la capacidad para proponer y desarrollar soluciones a los problemas de la sociedad.

El desafío de una educación liberadora en el seno de los propios movimientos sociales ha sido el motor y continúa impulsando el trabajo dentro de la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas. Consideramos que la responsabilidad de encontrarnos en el ámbito académico dependiendo de la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA constituye a su vez una herramienta que nos permite estrechar los vínculos entre la tarea universitaria y el cotidiano quehacer de los movimientos sociales. Si bien la cátedra funciona de manera autónoma en el marco de la Secretaría, pretende generar un espacio de encuentro libre con la comunidad y sus problemáticas, intentando superar las limitaciones meta-académicas que generalmente se presentan en algunos casos.

Más allá de las diversas transformaciones que la cátedra sufrió a partir de una primera organización en relación a los contra-festejos-oficiales por los 500 años del “descubrimiento de América”, se consolidó en el ambiente universitario buscando plantear un seminario que respondiera a temáticas que facilitaran el acercamiento entre intelectuales universitarios y sectores populares. En este sentido, nos abocamos permanentemente a mejorar las metodologías y propuestas de trabajo, que se ven afectadas por la formación en distintas disciplinas de quienes formamos parte de la Cátedra y por el público heterogéneo con el que contamos. Hallar una forma de transmitir conocimientos propiciando a la vez un aprendizaje crítico y de la mayor profundidad posible, constituye un reto constante en nuestro afán por favorecer perspectivas interdisciplinarias y buscar propuestas de cambio alternativas teniendo en cuenta el particular contexto socio-cultural en que vivimos.

De este modo, en el interés por lograr una mayor proximidad con la sociedad consideramos analíticamente algunas de las características que, según Zibechi (2003), los movimientos sociales tienen en común:

• la desterritorialización productiva -que llevó a una re-ubicación de los sectores populares, principalmente en los márgenes de las ciudades-,
• la búsqueda de autonomía material y simbólica del Estado y los partidos políticos,
• la revalorización y reafirmación de la propia identidad,
• la capacidad para formar intelectuales propios –que facilitan la autoorganización y la autoformación-,
• el nuevo rol de las mujeres representando el vínculo principal de continuidad y unidad en la familia,
• la autoorganización del trabajo y nuevas formas de acción autoafirmativas.

De todas maneras, dicho autor destaca la importancia de las nuevas territorialidades señalando que “el territorio es el espacio en el que se construye colectivamente una nueva organización social, donde los nuevos sujetos se instituyen, instituyendo su espacio, apropiándoselo material y simbólicamente” (Zibechi, 2003: 187)

Así, el equipo de la Cátedra se ha encontrado frente a los rasgos mencionados en las diversas instancias de trabajo de campo expondremos, donde buscamos, con especial énfasis, proyectar una cuestión educativa progresivamente autónoma a largo plazo. Al mismo tiempo, reconocemos que las políticas educativas oficiales presentan serias falencias que se vuelven evidentes a mediano plazo, perdiendo su rol de bien social, formador de ciudadanos participativos y comprometidos.

No obstante, creemos que la educación puede brindar la posibilidad de dar voz a alternativas no importadas de modelos que no se ajustan a nuestra realidad. Teniendo en cuenta el concepto de Freire de “cultura del silencio” (1982: 69), que refiere a las pautas de acción y de conocimiento que dieron forma y acallaron las maneras de pensar de los latinoamericanos en el marco de la imposición “post-conquista”, subrayamos la importancia de reflexionar críticamente acerca de la educación que deseamos y postulamos.

Coincidimos con el planteo expuesto en Llacta! en relación a la necesidad de democratizar la educación y la comunicación desde los movimientos sociales, adoptando una postura política que nos permita incorporar a la planificación de la enseñanza modos que no se limiten al lenguaje verbal y trasciendan lo meramente cognitivo, atendiendo a aspectos actitudinales, corporales, creativos. Resulta preciso enfrentar el discurso hegemónico con propuestas propias que respondan a inquietudes por forjarnos como personas concientes y constructores de nuestra historia.

De la misma manera, buscamos una transformación socioeducativa semejante a la esbozada por Ibáñez Herrán (2003), donde la reflexión y la práctica se complementen mutuamente. En este sentido, dicho autor señala que “los colectivos sociales críticos […] construyen un imaginario social alternativo, cuestionando la realidad, pero también la representación que de ella nos hacemos: yendo más allá de lo que se ve, poniendo en primer plano las causas que explican lo que sucede, y no sólo los efectos finales (que suelen presentarse en la visión dominante como producto de lo inevitable o del azar); haciendo ver que ‘lo que hay’ no es ‘lo único que puede ser’; realizando propuestas, mostrando cómo se ha configurado la realidad actual” (2003).

Asimismo, Ibañez Herrán (2003) indica dos dificultades a las que nosotros mismos nos enfrentamos a la hora de plantear nuestro trabajo dentro de la cátedra: el lograr que no sea efímero el aporte que hemos intentado una vez finalizada la labor y, por otra parte, ampliar la influencia, muchas veces escasa, en una población mayoritaria que se encuentra fuera de las redes de acción. Al respecto, el mencionado autor advierte en relación a la iniciativa de los movimientos sociales que “parece conveniente que se amplíe su conciencia de ser agentes culturales-educativos y se generen instrumentos adecuados y propios de su campo de actuación”. En el mismo sentido, Zibechi (2003) subraya ciertas dificultades que se presentan con respecto a la articulación de los movimientos sociales trascendiendo localidades y regiones, lo cual genera también inconvenientes con la cuestión de la representación –por la visibilidad y la centralización potencial de la organización-.

Teniendo en cuenta estos aspectos, la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas desarrolla actualmente diversas tareas vinculadas a actividades de extensión universitaria, a fin de trasponer lo meramente teórico mediante acciones concientes que tengan en cuenta los contextos socio-económico-políticos específicos donde trabajamos. Así, llevamos a cabo proyectos con el objeto de generar participaciones conjuntas de la universidad y las organizaciones en las localidades de Lomas de Zamora –provincia de Buenos Aires- junto al MTD-Lomas y la Agrupación Querandíes en el marco del Frente Popular Darío Santillán, en Humahuaca y Aguilar -provincia de Jujuy- junto a organizaciones como la Tupac Katari y organizaciones de comunicación indígena, en el Impenetrable- provincia de Chaco junto a la OTQ y OPO, en el Barrio Toba de Resistencia y en el espacio del Otro Bicentenario, la U.A.C y la COMPA; además de participar en proyectos de comunicación comunitaria y alternativa en FM la Tribu y Antena Negra TV.

LA CONSTRUCCIÓN LIBERADORA DE LOS CONOCIMIENTOS

Partiendo de la premisa de que la historia de un país, de un pueblo, de Nuestra América, se construye con las historias, las luchas y los sueños de sus diversos integrantes, estos proyectos se plantean aportar, en común con los propios sectores a los que se dirige, a la recuperación de la memoria ignorada o subestimada de las comunidades locales de diverso carácter, así como a la revalorización y difusión, en particular en escuelas y entre el estudiantado y los movimientos sociales, para una mejor apropiación de las nuevas generaciones, de las experiencias sociales, políticas, étnicas y culturales.

Por otro lado queremos destacar que, el desarrollo de la investigación y la dinámica elaborada para el mismo, se vincula necesariamente con el compromiso generado con los miembros de las distintas organizaciones y movimientos sociales.

La falta de respeto a la lectura del mundo de los actores revela el gusto elitista, por consiguiente antidemocrático del conocimiento académico, que de esta manera, sin escuchar y sin hablar deposita en los sujetos sus comunicados. Una de las tareas fundamentales de las universidades, como centro de producción sistemática de conocimientos, es trabajar críticamente la inteligibilidad de las cosas y de los hechos y su comunicabilidad.

Nos proponemos, desde el espacio de la Cátedra, contribuir a la reivindicación y valorización de la historia y la cultura de los diversos estratos sociales y étnicos, etarios y de género, de comunidades indígenas urbanas y rurales para que no solo se adueñen de los instrumentos jurídico – políticos oficiales que ofrece el Estado Nación sino que organicen y elaboren su propio derecho, sus instrumentos de gestión y auto-administración, a través de la participación de estudiantes universitarios, docentes e investigadores en la tarea de investigar, recopilar documentación y testimonios, elaborar y difundir en especial a partir del contacto vivo con personas y organizaciones representativas, los testimonios de la memoria personal y colectiva, los acontecimientos relevantes, las luchas y las expresiones creativas de quienes conforman dichas comunidades.

No se trata sólo de juntar anécdotas y hechos aislados, sino más bien poder trascender estos aspectos para recorrer formas de mirar el mundo, visiones de una narrativa, que podemos incluirlas en un análisis global. Se trata, en síntesis, de pensar desde un lugar distinto, de apelar, repetimos, a la memoria, pretendiendo recuperar la potencialidad de los pensamientos (concepciones) impregnados en la vida y la trayectoria de estos pueblos (Ozuna/Silvestrin 2004)

Los proyectos en curso, que surgen de la experiencia de los Voluntarios Universitarios y las entidades sociales y culturales en las tareas que lleva a cabo la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas en las distintas zonas en las que desarrolla sus actividades, implican una labor concreta de investigación, entrevistas, producción de materiales escritos y audiovisuales y de difusión general, así como talleres de formación y de reflexión conjunta de los participantes.

El objetivo general es lograr la vinculación solidaria y creativa de los estudiantes universitarios con las comunidades en la que se desarrollará el proyecto, apuntando específicamente a establecer vínculos entre los hombres y mujeres de los diferentes colectivos, mejorando los contactos que permitan un trabajo articulado y continuo, investigando los procesos de construcción de identidades étnicas urbanas y rurales, generando así un material sistematizado y de pedagogía popular para el uso de las organizaciones.


UNA EXPERIENCIA: Extensión en el Monte chaqueño, unidad y diversidad frente al despojo

“Chiapas aparece como una luz en la oscuridad, irrupción impresionante en una América latina signada por el discurso único del fin de la historia, donde parecía que ya no había más posibilidades de transformación. Chiapas es la población misma organizada y articulada en defensa de la vida, sintetizando en esta defensa, las clases, las etnias, la cultura, la independencia, la sociedad civil, y todo lo que tiene que ver con la posibilidad de vida y de desarrollo de la naturaleza...”.

Subcomandante Marcos en el Primer Encuentro Cósmico contra el neoliberalismo. Selva Lacandona. 1996

En las últimas décadas la resistencia indígena, fragmentaria y dividida por siglos, y, por tanto, fácilmente derrotada, empieza a presentar rasgos unitarios en el ámbito nacional, continental e intercontinental, lo que fortalece su carácter de sujeto y de componente de una contrahegemonía. Esta “unidad en la diversidad” no se realiza sólo entre indígenas, sino también con campesinos y con distintos sectores populares (desocupados, mujeres, docentes, estudiantes, ambientalistas y comunicadores).
Desde ese escenario hemos realizado en conjunto, con otros compañeros y organizaciones, el

“Segundo encuentro intercultural de organizaciones en lucha”, que tuvo lugar en la localidad de Castelli, provincia de Chaco, en la “puerta del impenetrable”.

Como miembros de la Cátedra Abierta de Estudios Americanistas, como estudiantes, como graduados, y como militantes populares, participamos del encuentro junto a comunidades tobas, wichís, asambleas barriales, estudiantes y agencias de prensa alternativa.
Aceptando y admitiendo que vivimos en el sistema capitalista, creemos que es necesario pensar, actuar, luchar y vivir desde otros paradigmas. Porque el verdadero cambio se logra cuando hay coherencia entre la palabra y el gesto.
Es justamente por esto, que en este encuentro y en la cotidianeidad de nuestras luchas, reivindicamos la filosofía y la cultura ancestral de nuestros pueblos, repudiamos la exclusión, la marginación, la discriminación de nuestros pueblos originarios, de todos los hermanos de esta tierra.
Nos hermanamos con todas las luchas y reclamos que se dan a lo largo de todo el territorio americano, a favor de la justicia, la igualdad, la dignidad, del derecho al territorio y a la autonomía, de la soberanía alimentaria, del cuidado y respeto de nuestra tierra y la naturaleza, del trabajo en condiciones dignas, de una niñez y un pueblo sin hambre. Porque no concebimos que un sistema que reprime, que criminaliza y reproduce la pobreza, que produce y reproduce el hambre, que excluye y oprime, que es paladín de la burocracia y la burguesía que promueven la brecha social entre los de abajo y los de arriba y que vela a favor de la misantropía del capitalismo, pueda llamarse democrático.

La universidad, la producción de conocimiento, no solo debe ser académica. El conocimiento debe ser una construcción, y debe hallar su legitimación en las bases. Debe ser una herramienta para el cambio, que no puede quedar vedada al verdadero gestor del cambio social: el pueblo. Por eso, desde la Cátedra ponemos especial énfasis en la vinculación de la universidad, del conocimiento, la conciencia y del pensamiento crítico con el pueblo, con las bases, con los movimientos sociales, con la realidad. Es en ese plano donde se puede dar el verdadero cambio potencial.
No sólo nos guiamos por los principios y las ideas de los grandes individuos revolucionarios de nuestra América. Tomamos también el ejemplo de cada uno de los verdaderos protagonistas que revolucionaron cada parte de nuestro inmenso territorio: los pueblos de América. Es el sujeto colectivo el que puede subvertir el orden existente.
El subcomandante Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, dice: “Somos de antes, sí, pero somos nuevos”. Es así como entendemos esta realidad.

Somos producto de la historia, pero viviendo y actuando en la realidad de hoy, que es diferente en cada lugar, pero que a la vez nos hermana en la lucha por un mundo mejor. Somos los nuevos indios, porque consideramos que ser indígena es una convicción, una idea del mundo, una armonía entre el acto y el pensamiento, que no conoce fronteras de ningún tipo, porque es hijo de la madre tierra. Somos el indio que desarrolla su lucha en su lugar y en las ciudades, somos el campesino que lucha por la soberanía alimentaria contra el desmonte y la sojización, somos el obrero que lucha por mejores condiciones de trabajo, somos el que enseña y aprende continuamente, somos el barrio que se une para potenciar su fuerza transformadora, somos los vecinos que se unen en contra de la minería a cielo abierto y de la contaminación.

Somos pueblo. Somos el grito que estremece, el paso que hace temblar la tierra. Somos el puño que se alza convencido de que unid@s venceremos. Somos todo aquel que lucha por un mundo mejor. “Somos el que corta calles, pero abre caminos”. Y sólo se podrá lograr este proceso subversivo, si todos los actores sociales, si todo el pueblo y cada uno de los pueblos, se une y lucha.

A MODO DE REFLEXIÓN ABIERTA : LA CONSTRUCCIÓN DEL SABER COMO RESPONSABILIDAD ÉTICA Y POLÍTICA

“Tengo derecho de sentir rabia, de manifestarla, de tenerla como motivación para mi pelea tal como tengo el derecho de amar, de expresar mi amor al mundo, de tenerlo como motivación para mi pelea porque, histórico, vivo la Historia como tiempo de posibilidad y no de determinación. Si la realidad fuera así porque estuviera dicho que así debe ser no habría siquiera por qué sentir rabia. Mi derecho a la rabia presupone que, en la experiencia histórica de la cual participo, el mañana no es algo predado, sino un desafío, un problema”
Paulo Freire

Cuando se emprende el camino de la extensión del conocimiento, por lo general, se parte de conceptos teóricos; donde el objetivo usual del investigador es distanciarse de aquello a lo que se va a aproximar, observando las categorías “institucionales” con las cuales clasifica su mundo y como estas pueden afectar el trabajo en el campo, para confrontarse luego con el desconocimiento de lo que se quiere saber e interpretar, entrando así en tensión con las categorías propias.

Como se expuso al principio, se trata de supeditar los distintos pensamientos, de quebrar el discurso vertical para lograr problematizar y comprender, dentro de un conjunto de experiencias y vivencias, las problemáticas que atraviesan nuestros pueblos. Hemos presentado en la introducción que el eje central que motiva el compromiso de los equipos de trabajo de la Cátedra con los diversos movimientos sociales, parte de la necesidad de plantear una perspectiva de educación liberadora, vinculando el corpus de conocimientos surgidos de ámbitos universitarios con aquellos saberes surgidos de las propias experiencias de los movimientos sociales y colectivos.

En este sentido, nuestra Cátedra se ha planteado una línea de compromiso ético, con una propuesta que parte de la universidad como ámbito de formación de conocimiento, pero a su vez, lo enlaza a la práctica con otros actores colectivos, con los cuales se comparte una mirada crítica y contra-hegemónica de historia y la realidad (surgidos de ámbitos educativos, experiencias de lucha, tradiciones comunitarias). Propone colaborar y participar de espacios de encuentro y tareas compartidas que promuevan el reconocimiento y la concreción de sus derechos, en especial la defensa de la tierra, el agua, los medios naturales y patrimoniales, es decir; el derecho a la vida y que a la par, permitan el mutuo enriquecimiento cultural y humano en la recuperación de su memoria, sus saberes y sus valores ignorados y menospreciados, y ,que son parte sustancial de nuestra identidad histórica como pueblo americano, pluriétnico y multicultural.

En este plan de proyectos vinculantes con diversos movimientos sociales que hemos presentado, se fueron y continúan construyendo propuestas de trabajo/investigación/acción específicas de acuerdo a las problemáticas particulares a nivel local. En este sentido, se sostiene el concepto de red, a partir del cual construir espacios de interacción académicos-sociales, que contribuyan con herramientas concretas y creativas al empoderamiento de actores colectivos involucrados. De manera general, este horizonte esgrimido apuntó a colaborar, a partir de casos concretos, en el debate sobre las formas de participación y vinculación entre universidad y sociedad.

Es así que las investigaciones planteadas en el marco de la extensión, atraviesan un compromiso en los distintos ámbitos intentando que el resultado de las mismas, cuyos temas no se agotan allí, constituya un aporte que dispare debates y al mismo tiempo construya y reconstruya, a través del enlace de pensamientos, trayectorias y experiencias, un nuevo conocimiento. Conocimiento que surge de un condicionamiento mutuo entre teoría y praxis, historia y métodos.

Nuestra presencia como universitarios no puede pasar inadvertida, ya que es una presencia política en si misma. En cuanto presencia no puede ser una omisión sino sujeto de opciones. Debe revelar nuestra capacidad de analizar, de comparar, de evaluar, de decidir, de optar, de romper. Nuestra capacidad de hacer justicia, de no faltar a la verdad; nuestro testimonio tiene que ser, por eso mismo, ético.

Reivindicamos como nuevos actores del cambio social en Nuestro América a los compañeros con los cuales realizamos tareas de extensión: originarios, campesinos y ambientalistas. Los últimos años significaron el surgimiento de estas subjetividades insumisas al sistema capitalista echando las bases de una construcción política no partidaria, sino asamblearia y autónoma; sostenemos como fundamental acompañar estas iniciativas, ya que apostamos desde nuestros inicios a la a la construcción de Otra América como opción política y ética.

Las transformaciones sociales no son el fruto del conocimiento académico y especializado de las universidades o de leyes científicamente comprobables, sino de la vida y la lucha de los sujetos con los cuales construimos conocimiento. Asumimos la responsabilidad ético-política de nuestros saberes académicos no sólo como parte de la extensión universitaria sino como agenda del gran proceso de liberación de todos los pueblos de Nuestra América. Este es el compromiso que asumimos desde el año 1992 y que hoy queremos renovar en la tierra de nuestros hermanos mayores: José Martí, Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara.


BIBLIOGRAFÍA

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ENTREVISTAS

Sergio González, docente de escuela media en la minera “Aguilar” (Pcia de Jujuy), integrante de la organización “Cerro Negro”

Mercedes, (Mecha), locutora y conductora de radio “Libertad” y “Luna Azul” (radios independientes), integrante de la agrupación “Cerro Negro”

Fuentes web consultadas en octubre de 2009

http://www.llacta.org/deuda-externa/docs008.html#nota1
http://www.pangea.org/jei/edu/c/e-movim-redes.htm - Ibáñez Herrán J. E. (2003) Movimientos y redes para una cultura transformadora. Versión electrónica del artículo publicado en Tabanque nº 17, Universidad de Valladolid.
http://www.ezln.org/revistachiapas/No7/ch7cadena.html - Cadena Roa, J. (1999) Acción colectiva y creación de alternativas. Versión electrónica publicada en revista Chiapas nº 7 (México: ERA-IIEc).