Esta semana Latinoamérica está sufriendo, una vez más, un golpe a la democracia. Y no a la democracia como bandera última de sus luchas, sino a la democracia como base, como una primer conquista del campo popular. Débil, una conquista que cada vez nos queda más claro que se puede caer en cualquier momento, y que los poderes económicos (los poderes) no están interesados en sostener ni como máscara para sus atrocidades.
Por eso en Paraguay se están viviendo momentos trágicos. Igual que en Honduras y en Haití. Ocupadas por el capitalismo salvaje sin máscaras, golpeadas, violentadas, violentados sus habitantes, violentada Latinoamérica.
Repudiamos el golpe de Estado en Paraguay.
¡Abajo las dictaduras! ¡Abajo las fuerzas conservadoras, reaccionaras, asesinas, del Capital!
¡Vivan los Pueblos!