jueves, 7 de junio de 2012

Otra buena noticia

COORDINADORA ANTIRREPRESIVA POR LOS DERECHOS DEL PUEBLO
CADEP
Buenos Aires 6 de junio de 2010
Comunicado de prensa

En el dìa de la fecha, 5 de junio de 2012, fueron absueltos los compañeros Néstor Marcolín y Yuren Pérez Cardona, trabajadores de la línea 60 y en el caso de Marcolín integrante del Cuerpo de Delegados. Los compañeros habían sido acusados de “amenazas” por haber exigido a un encargado que deje sin efecto una arbitraria e ilegal suspensión contra un trabajador.
         Este caso es un ejemplo de cómo se intenta criminalizar la protesta social y la lucha sindical en particular. El ejercicio de un derecho legítimo, el cuestionamiento a situaciones de injusticia y opresión, el reclamar y solidarizarse con un trabajador represaliado es sistemáticamente criminalizado, cuando excede de lo tolerable para las grandes empresas y el Estado.
         En este caso además, se trata de trabajadores que junto con su Cuerpo de Delegados han enfrentado las políticas de la empresa DOTA (dueña de la línea 60) que quiere imponer condiciones laborales que violan el Convenio Colectivo de Trabajo y las leyes laborales, intentando destruir las conquistas que los trabajadores han logrado a lo largo de los años en la empresa. Son trabajadores que sufrieron amenazas, amedrentamientos, persecuciones, agresiones con armas de fuego, todo ello a través de grupos de choque, patotas, contratadas por la empresa para intentar destruir la unidad combativa de los trabajadores. A pesar de todo ello, siguen unidos y firmes frente a los atropellos de la patronal.
           La labor jurídica de Martín Alderete, Mariano Delliquadri y Enrique Molina, compañeros de CADEP,  junto al compañero Nicolás Espósito de la Cátedra Americanista en la defensa de Marcolín y Cardona derrumbó políticamente las intenciones patronales y entendemos que la absolución lograda es un paso importante en la lucha contra la criminalización de la protesta social, es un respaldo importante a la lucha de los trabajadores, y deja en claro que la única forma de enfrentar a la persecución judicial es la solidaridad, la unidad, la organización y la lucha.